5 consejos para cuidar a tu perro senior

Cuando tu perro llega a la edad en la que se le considera un perro senior necesita unos cuidados especiales al igual que cuando era un cachorro. Como pasa con las personas, los cachorros y los perros ancianos son más delicados por lo que su cuidado debe ser distinto al que se le da cuando son perros en edad adulta, fuertes y con mucha vitalidad.

Pero antes de comenzar a darte estos consejos, tienes que saber reconocer si tu perro ya ha entrado en la fase senior o no. Claro está todo depende de la raza y el tamaño, pero para que te hagas una idea en los perros de tamaño grande suele tratárseles como seniors a partir de los 7 años y en los de tamaño pequeño a partir de los 10 años.

Una vez identificada la etapa en la que tu perro se encuentra, si se trata de un perro senior te traemos 5 consejos para que estos años de su vida sean lo más placenteros posible.

¿Cómo cuidar a tu perro senior?

La alimentación es una parte fundamental en cualquier dieta de un animal, pero en el caso de los perros ancianos, todavía lo es más. Esto es así, porque como es lógico un perro senior necesita una ingesta menor de proteínas y grasas disminuyendo así las calorías consumidas a lo largo del día, es decir ya no necesita tanta energía porque su metabolismo va mucho más lento y su actividad física es menor. De este modo evitaremos problemas relacionados con la obesidad.
Que sea un perro senior no quiere decir que no tenga que hacer ejercicio físico, al igual que el resto de perros tiene que moverse y seguir quemando energía pero evitando los impactos fuertes como saltos o movimientos bruscos para así no potenciar el desgaste o las lesiones articulares.
Acudir al veterinario de manera periódica dos veces al año y no sólo cuando padece alguna enfermedad. Hay veces que los perros ancianos se ven afectados por enfermedades que no se detectan a primera vista, así que estaría bien que acudieses al veterinario cada cierto tiempo para hacerle una revisión general y comprobar que todo está correcto. De este modo controlaremos lo antes posible si existen síntomas de alguna enfermedad.
Ten especial cuidado con los parásitos. Al ser un perro cuyos movimientos son más lentos, las garrapatas tienen más facilidad para saltar sobre él y alimentarse de su sangre, así que lo mejor para eso es seguir los tratamientos de desparasitación a lo largo de toda su vida.
Ajusta tu hogar a sus necesidades, es decir procura que para alimentarse no tenga que subir o bajar escaleras evitando así los golpes bruscos en sus articulaciones, además debes procurarle un buen sitio donde dormir donde no existan corrientes y que esté bien mullido para que pueda descansar sus articulaciones desgastadas sobre algo cómodo.

¡Y por último, un consejo extra! Dale todo tu amor y cariño para la última etapa de su vida como él te lo ha estado dando siempre, unas caricias y unas palabras bonitas le alegrarán el corazón y lo harán ser más fuerte 😉